El jardín de orquídeas de Singapur fue mi inspiración primera. Durante todo el paseo, imágenes surrealistas venían hacia mi, como si en lugar de orquídeas estuviera presenciando un teatro de caras haciendo muecas: Algunas sacaban la lengua, otras abrían grande la boca, otras parecían sonrrientes máscaras asiáticas.
Me hablaban tan claramente que no podía dejar pasar la oportunidad de fijarlas en un dibujo.
Me hablaban tan claramente que no podía dejar pasar la oportunidad de fijarlas en un dibujo.

Tal vez, porque el primer intento serio, fue a color: Yo me dije que como tenía el material, porqué no intentar... Pero el material no lo es todo! muchas veces el motivo nos habla, pero el medio no, entonces pasa que el resultado no es contundente.
Aquí yo hubiese querido mostrar una expresion más neta del gesto de escupir, pero me perdí en el color, con luces no muy bien resueltas y el decorado de los pétalos me pareció un verdadero fracaso.
Así que decidí darle un giro, y como ya estaba trabajando en blanco y negro, me dije que tal vez...

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